“Las mujeres no tenemos
la misma manera de habitar el mundo, ni la misma manera de actuar sobre
él. Por eso es importante nuestra
presencia en los espacios de toma de decisión, hacer política desde la otra
orilla, desde el mundo femenino, única manera de pasar de una democracia formal
a una democracia real y representativa”
Florence
Thomas
Uno de
los resultados positivos de la contienda electoral de octubre de 2015 para las
mujeres de Medellín, es su aumento como concejalas de la ciudad, lo que sin
lugar a dudas, repercute en las formas de enfrentar los debates y las
discusiones en esta Corporación Administrativa de elección popular, cuyo
accionar político está regido por la participación democrática de la comunidad,
a través de la elección de sus representes.
De 21 personas, fueron elegidas 5 mujeres, una representación femenina
del 23.8%, significativo avance en consideración con la contienda electoral
2011, en la cual sólo se nombró una mujer, 4.7% de personas elegidas para
este órgano del poder público.
El
potencial electoral en la ciudad es de 1.486.004, la población sufragante fue
de 717.435, representados en 48,27%, lo que refleja que las y los abstencionistas fueron más de la mitad de las
personas que pueden hacer ejercicio del voto. Los votos en blanco fueron 90.512,
los votos nulos y no marcados llegaron a 32.776 y 38.182, respectivamente.
Los
resultados de esta contienda electoral del 2015, no solo del municipio, sino de
la región y el país, dejan importantes retos para la sociedad en términos del fortalecimiento
de la democracia y la ciudadanía política, que necesariamente implican, bajar
el alto abstencionismo, en el cual se conjugan distintos elementos:
·
Como acto deliberado de no participar en la
toma de decisiones, que entre otros, expresa el desencanto y desinterés de una
mayoría de la ciudadanía con unos partidos y movimientos políticos que no les
representan.
·
Como asunto relacionado con la falta de
educación y formación ciudadana, que refiere a un analfabetismo político
electoral.
·
Como hecho que involucra las pocas garantías
para ciertos sectores de la población, que no pueden hacer ejercicio del voto,
por hechos de violencia en los territorios, ocasionados por distintos grupos
ilegales o que constriñen al electorado.
·
Como necesidad de generar estrategias para superar
el aislamiento geográfico de comunidades que no hacen ejercicio del voto, en algunas
regiones apartadas de los cascos urbanos.
Así
también se requiere avanzar en la comprensión de otros aspectos, por ejemplo,
los votos no marcados y votos nulos, que pueden estar reflejando la falta de
formación en pedagogía electoral de las personas, pero, que al mismo tiempo,
podrían leerse como la apatía de sectores importantes de la población, que
sienten la necesidad de participar únicamente por los beneficios del certificado electoral, pero a quienes no les
interesa hacer parte de la toma de decisiones.
En
este panorama es importante resaltar que la población femenina es mayoría en el
censo electoral, pero no logra una representación paritaria en los espacios de
toma de decisión y de poder.
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