lunes, 14 de diciembre de 2015

En contexto pos electoral


“Las mujeres no tenemos la misma manera de habitar el mundo, ni la misma manera de actuar sobre él.  Por eso es importante nuestra presencia en los espacios de toma de decisión, hacer política desde la otra orilla, desde el mundo femenino, única manera de pasar de una democracia formal a una democracia real y representativa”



Florence Thomas


Uno de los resultados positivos de la contienda electoral de octubre de 2015 para las mujeres de Medellín, es su aumento como concejalas de la ciudad, lo que sin lugar a dudas, repercute en las formas de enfrentar los debates y las discusiones en esta Corporación Administrativa de elección popular, cuyo accionar político está regido por la participación democrática de la comunidad, a través de la elección de sus representes.  De 21 personas, fueron elegidas 5 mujeres, una representación femenina del 23.8%, significativo avance en consideración con la contienda electoral 2011, en la cual sólo se nombró una mujer, 4.7% de personas elegidas para este órgano del poder público.

El potencial electoral en la ciudad es de 1.486.004, la población sufragante fue de 717.435, representados en 48,27%, lo que refleja que las y los  abstencionistas fueron más de la mitad de las personas que pueden hacer ejercicio del voto. Los votos en blanco fueron 90.512, los votos nulos y no marcados llegaron a 32.776 y 38.182, respectivamente. 
Los resultados de esta contienda electoral del 2015, no solo del municipio, sino de la región y el país, dejan importantes retos para la sociedad en términos del fortalecimiento de la democracia y la ciudadanía política, que necesariamente implican, bajar el alto abstencionismo, en el cual se conjugan distintos elementos:

·         Como acto deliberado de no participar en la toma de decisiones, que entre otros, expresa el desencanto y desinterés de una mayoría de la ciudadanía con unos partidos y movimientos políticos que no les representan.
·         Como asunto relacionado con la falta de educación y formación ciudadana, que refiere a un analfabetismo político electoral.
·         Como hecho que involucra las pocas garantías para ciertos sectores de la población, que no pueden hacer ejercicio del voto, por hechos de violencia en los territorios, ocasionados por distintos grupos ilegales o que constriñen al electorado.
·         Como necesidad de generar estrategias para superar el aislamiento geográfico de comunidades que no hacen ejercicio del voto, en algunas regiones apartadas de los cascos urbanos.

Así también se requiere avanzar en la comprensión de otros aspectos, por ejemplo, los votos no marcados y votos nulos, que pueden estar reflejando la falta de formación en pedagogía electoral de las personas, pero, que al mismo tiempo, podrían leerse como la apatía de sectores importantes de la población, que sienten la necesidad de participar únicamente por los beneficios del  certificado electoral, pero a quienes no les interesa hacer parte de la toma de decisiones.

En este panorama es importante resaltar que la población femenina es mayoría en el censo electoral, pero no logra una representación paritaria en los espacios de toma de decisión y de poder.

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