lunes, 14 de diciembre de 2015

En clave política

 
Las mujeres que hoy llegan al Concejo de la ciudad, y en general a los cargos públicos de decisión y poder deben: ...


Es importante considerar que las mujeres que hoy llegan al Concejo de la ciudad, lo hacen en parte, como efecto de la aplicación de las legislaciones de cuotas de género y de paridad, que han sido aprobados por los parlamentos de  distintos países del mundo,  constituyéndose en poderosos instrumentos de inclusión de las mujeres en las listas de los partidos, movimientos y colectividades políticas, que han sido histórica y tradicionalmente patriarcales y excluyentes; herramientas que  son el resultado de la  presión del Movimiento social mujeres y una conquista del feminismo de la igualdad.
En este sentido, es fundamental que las mujeres que llegan a estos cargos públicos de poder y decisión, estén informadas y reconozcan que los ocupan como consecuencia de la lucha y la acción política de las mujeres organizadas; sean conscientes y sensibles frente a la  situación de desigualdad y discriminación de las mujeres por razón de su sexo; y estén convocadas a asumir las agendas,  los intereses y las propuestas de las mujeres, con el fin de avanzar hacia la disminución de las brechas de inequidad, que les impiden el acceso al desarrollo.
En Colombia, la Ley 1475 de 2011 “Por la cual se adoptan reglas de organización y funcionamiento de los partidos y movimientos políticos…” incluye un articulado de género, que obliga a incluir un 30% de cuotas de género en las listas de cinco o más personas, favoreciéndose de esta manera la participación de las mujeres. Contiene además en su artículo 17, de la financiación estatal de los partidos y movimientos políticos, un numeral que reconoce un 5%, distribuido por partes iguales entre las colectividades en proporción al número de mujeres elegidas en las corporaciones públicas, así como los obliga a que una parte de los recursos provenientes de la financiación estatal sean utilizados para la efectiva participación de mujeres y otras poblaciones discriminadas, teles como la población joven y las minorías étnicas.





La legislación de cuotas es parte del reconocimiento de la mitad de la población: las mujeres, quienes históricamente han sido excluidas de los espacios de toma de decisión y de poder en la democracia. La implementación de esta ley refrenda que tanto hombres como mujeres tienen derecho a participar como sujetos políticos para el  ejercicio de la función pública y la gobernanza, por lo anterior dar cumplimiento a esta legislación debe ser un compromiso del gobierno local.
Aunque la legislación de cuotas marca un hito en la promoción y avance de la participación política de las mujeres y representa un esfuerzo de los Estados en el logro de su igualdad, rompiendo estereotipos culturales que les impiden el acceso a las estructuras del gobierno; es necesario seguir avanzando en términos de paridad, definida esta como una verdadera repartición de los cargos públicos y de representación, que terminaría con la poca representación de las mujeres.  La paridad, en este sentido, implica compartir entre hombres y mujeres los cargos de decisión y poder, un 50-50 ó por lo menos tener variaciones pequeñas que no alcanzan el 10%, lo anterior respondiendo al principio de igualdad, que debe estar presente en cualquier democracia.

“Lo único realmente nuevo que podría intentarse para salvar la humanidad en el siglo XXI es que las mujeres asuman el manejo del mundo. No creo que un sexo sea superior e inferior a otro. Creo que son distintos, con distancia biológicas insalvables, pero la hegemonía masculina ha malbaratado una oportunidad de diez mil años”
Gabriel García Márquez, 1992

No hay comentarios:

Publicar un comentario